nas tormentas, por acaso Luis

nas tormentas, por acaso Luis: (www.astormentas.com)
Poema ao acaso


quarta-feira, 8 de julho de 2009

WESTERN FILM : El Bueno, El Feo y El Malo.

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The GOOD ONE


Da la espalda

(en clave de SOL-o)

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The UGLY ONE

Expone ... el tipo

( en clave de SI... le dejan )











The BAD ONE,


Por la cara,

( en clave de bLA bLA bLA ) :

" De hasta Enero, nada de nada.

Hable con nuestro hombre en Honduras. "

...........................................

Y todo,
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"Por un puñado de Dólares"
"For a handfull of Dolars"
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---------------- DÉJÀ VUE ----------------
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. . . ¿ Y el PUEBLO ?
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como siempre: AL LADO del más FEO. No tienen nada mejor.
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( En clave de RE-sistir, y de no RE-signarse )
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(letra/música: Ennio Morricone)
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8 comentários:

bemsalgado disse...

Ésta entrada do Blogg, está inspirada en un comentario de:
Octavio II, en Público. Gracias Octavio.

Comentario por Octavio II
07/07/2009 @ 07:46

No soy nadie para rebatir a tantos ilustres profesores de Estudios Contemporáneo de América Latina de la Universidad Complutense de Madrid. Además ellos son muchos y yo uno solo.

Solo decirles que estando de acuerdo en lo esencial, como es que América Latina lleva siglos sometida por las élites economicas, decirles a continuación que no me gusta ni un pelo Mel Zelaya, ni él, ni su bigote, ni su sombrero, ni su repentina conversión como San Pablo a la Justicia Social a los sesenta años de edad.

En una palabra: ese tipo me gustan nada.

Pero ya digo, soy uno solo, y ademas de pueblo. A lo mejor ellos llevan razón y yo no.

Comentario por bemsalgado
08/07/2009 @ 12:58

MUCHAS GRACIAS para Octavio II, con nombre de emperador, de pueblo llano.

Me has dado la idea, por esa razón te lo dedico.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/1393/el-pulso-hondureno/#comment-30971

N.B.:
Teño a impresión de que o bigode de que gosta a Octavio II, é o de J.M. Aznar. Non sei se o de antes, dun pura raza ibérico, ou o de agora, 'algo negro en lontananza', como decía Don Pedro, ilustre telegrafista/poeta de REPSOL.
E para él tambén, probabelmente, como tocado, nada millor que a mitra cardenalicia de Monseñor Oscar Rodríguez de Tegucigalpa.

bemsalgado disse...

0.0 | 0 | bemsalgado | 09-07-2009 11:52:18

Se puede condenar el golpe de Honduras, en solitario, con la OEA, con la ONU.

Se puede decir que el único Presidente legítimo es Zelaya; que Micheletti es un golpista, y debe entregar el poder.

Se puede recordar de nuevo, en China por la mañana, que sólo Zelaya es el Presidente legítimo de Honduras, añadiendo (no sé porqué) nos guste o no; y por la tarde en Wasington, no estar seguros de ello, amañar una Mesa de Negociación, y no tener claro casi nada más que 'el conflicto' deben solucionarlo las partes dialogando, y que ellos pondrán el árbitro.

¿Quién puede hacerlo? : U.S.A. y Hillary Clintón. Ésto es faltar a su palabra y a sus compromisos. ¿Dónde quedan los principios democráticos que tan a menudo invocan?

¿Y puede aceptar Zelaya negociar con el Golpista?: NO.
No sin faltar a todo lo mismo anterior, además del respeto a sí mismo, y sobre todo a su pueblo, en la resistencia, y sufriendo una represión violenta.

http://o-fielato.blogspot.com/

EN: http://www.publico.es/internacional/237599/zelaya/calienta/motores/micheletti/criminal

bemsalgado disse...

(Tomado de Cubadebate) 1 / 2

Muere el golpe o mueren las constituciones

Los países de América Latina luchaban contra la peor crisis financiera de la historia dentro de un relativo orden institucional.

Cuando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama, de viaje en Moscú para abordar temas vitales en materia de armas nucleares, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras era Manuel Zelaya, en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón por las ilegalidades que le atribuyen los golpistas.

Era obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política.

Está probado que cuando Zelaya anunció que regresaría el 5 de julio, estaba decidido a cumplir su promesa de compartir con su pueblo la brutal represión golpista.

Con el Presidente viajaban Miguel d¢ Escoto, presidente pro témpore de la Asamblea General de la ONU, y Patricia Rodas, la canciller de Honduras, así como un periodista de Telesur y otros, hasta 9 personas. Zelaya mantuvo su decisión de aterrizar. Me consta que en pleno vuelo, cuando se aproximaba a Tegucigalpa, se le informó desde tierra sobre las imágenes de Telesur, en el instante que la enorme masa que lo esperaba en el exterior del aeropuerto, estaba siendo atacada por los militares con gases lacrimógenos y fuego de fusiles automáticos.

Su reacción inmediata fue pedir altura para denunciar los hechos por Telesur y demandar a los jefes de aquella tropa que cesara la represión. Después les informó que procedería al aterrizaje. El alto mando ordenó entonces obstruir la pista. En cuestión de segundos vehículos de transporte motorizados la obstruyeron.

Tres veces pasó el Jet Falcon, a baja altura, por encima del aeropuerto. Los especialistas explican que el momento más tenso y peligroso para los pilotos es cuando naves rápidas y de poco porte, como la que conducía al Presidente, reducen la velocidad para hacer contacto con la pista. Por eso pienso que fue audaz y valiente aquel intento de regresar a Honduras.

Si deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?

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bemsalgado disse...

Muere el golpe o mueren las constituciones. 2/2

Si deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?

Zelaya sabe que estaba en juego no solo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes.

Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos.

La base militar de Soto Cano, conocida también por su nombre de Palmerola, ubicada a menos de 100 kilómetros de Tegucigalpa, reactivada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, fue la utilizada por el coronel Oliver North cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua, y el Gobierno de Estados Unidos dirigió desde ese punto los ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos que costaron decenas de miles de vidas.

Allí se encuentra la "Fuerza de Tarea Conjunta Bravo" de Estados Unidos, compuesta por elementos de las tres armas, que ocupa el 85 por ciento del área de la base. Eva Golinger divulga su papel en un artículo publicado en el sitio digital Rebelión el 2 de julio de 2009, titulado "La base militar de Estados Unidos en Honduras en el centro del golpe". Ella explica que "la Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo ‘de mano’ entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, por un acuerdo ‘semi-permanente’. El acuerdo se efectuó en 1954 como parte de la ayuda militar que Estados Unidos ofrecía a Honduras... el tercer país más pobre del hemisferio." Ella añade que "... el acuerdo que permite la presencia militar de Estados Unidos en el país centroamericano puede ser retirado sin aviso".

Soto Cano es igualmente sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Parte de los componentes de la fuerza de tarea militar de Estados Unidos está integrada por soldados hondureños.

¿Cuál es el objetivo de la base militar, los aviones, los helicópteros y la fuerza de tarea de Estados Unidos en Honduras? Sin duda que sirve únicamente para emplearla en Centroamérica. La lucha contra el narcotráfico no requiere de esas armas.

Si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror. La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país. El Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio.

No sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y solo conducen a un irreparable desgaste.

El Presidente ilegalmente derrocado no busca el poder, pero defiende un principio, y como dijo Martí: "Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército."

Fidel Castro Ruz
Julio 10 de 2009
6 y 15 p.m.

- REFLEXIONESDE FIDEL

bemsalgado disse...

Tomado de CUBA.CU
LO QUE DEBE DEMANDARSE A ESTADOS UNIDOS 1/2
La reunión de Costa Rica no conducía ni podía conducir a la paz. El pueblo de Honduras no está en guerra, solo los golpistas usan las armas contra él. A ellos habría que demandarles el cese de su guerra contra el pueblo. Tal reunión entre Zelaya y los golpistas solo serviría para desmoralizar al Presidente Constitucional y desgastar las energías del pueblo hondureño.
La opinión pública mundial conoce lo ocurrido en ese país a través de las imágenes difundidas por la televisión internacional, fundamentalmente Telesur, que sin perder un segundo transmitió fielmente cada uno de los hechos ocurridos en Honduras, los discursos pronunciados y los acuerdos unánimes de los organismos internacionales contra el golpe.
El mundo pudo apreciar los golpes que se descargaban sobre hombres y mujeres, los miles de gases lacrimógenos lanzados contra la multitud, los groseros gestos con armas de guerra y disparos para intimidar, herir o asesinar a ciudadanos.
Es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe. Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto de entrenar a las tropas hondureñas.
Hoy se conoce que la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado, para contribuir a la consolidación del golpe militar.
El golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él.
Todos, sin excepción, tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba. Hugo Llorens, embajador en Honduras desde mediados del 2008, es cubano‑americano. Forma parte del grupo de agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica, constituido por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua, nombrados todos por Bush en los meses de julio y agosto del 2008.
Los cuatro siguen la línea de Otto Reich y John Negroponte, que junto a Oliver North fueron responsables de la guerra sucia contra Nicaragua y de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, que costaron a los pueblos de la región decenas de miles de vidas.
Negroponte fue representante de Bush en las Naciones Unidas, Zar de la inteligencia norteamericana, y finalmente subsecretario de Estado. Tanto él como Otto Reich, por diversas vías, estuvieron detrás del golpe de Honduras.
La base de Soto Cano en ese país, sede de la “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo” perteneciente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, es el punto de apoyo principal del golpe de Estado en Honduras.
Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador.
La disparatada aventura del golpe de Estado en Honduras ha creado una situación realmente complicada en Centroamérica que no se resuelve con trampas, engaños y mentiras.
Cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en esa acción, que tendrá también seria repercusión en toda América Latina.
La idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al Presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único Presidente de Honduras era Manuel Zelaya.
Los golpistas estaban en apuros. La iniciativa transmitida a Costa Rica buscaba el objetivo de salvarlos. Es obvio que cada día de retraso tiene un costo para el Presidente Constitucional y tiende a diluir el extraordinario apoyo internacional que ha recibido. La maniobra yanki no incrementa las posibilidades de paz, sino todo lo contrario, las disminuye, y el peligro de violencia crece, ya que los pueblos de nuestra América no se resignarán jamás al destino que les tienen programado. .../...

bemsalgado disse...

.../... continuación

Tomado de CUBA.CU
LO QUE DEBE DEMANDARSE A ESTADOS UNIDOS 2/2

La maniobra yanki no incrementa las posibilidades de paz, sino todo lo contrario, las disminuye, y el peligro de violencia crece, ya que los pueblos de nuestra América no se resignarán jamás al destino que les tienen programado.
Con la reunión de Costa Rica se cuestiona la autoridad de la ONU, la OEA y demás instituciones que comprometieron su apoyo al pueblo de Honduras.
Cuando Micheletti, Presidente de facto, proclamó ayer que está dispuesto a renunciar a su cargo si Zelaya renunciaba, sabía ya que el Departamento de Estado y los militares golpistas habían acordado sustituirlo y enviarlo de nuevo al Congreso como parte de la maniobra.
Lo único correcto en este momento es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea.
Lo que se pretende exigir al pueblo de Honduras en nombre de la paz, es la negación de todos los principios por los cuales lucharon todas las naciones de este hemisferio.
“El respeto al derecho ajeno es la paz”, dijo Juárez.
Fidel Castro Ruz

Julio 16 de 2009
1 y 12 p.m.

(de reflexiones de Fidel Castro )

bemsalgado disse...

UN PREMIO NOBEL PARA MRS. CLINTON 1 / 2

El interminable documento leído ayer por el Nobel Oscar Arias es mucho peor que los 7 puntos del acta de rendición que había propuesto el 18 de julio.

No se comunicaba con la opinión internacional a través de una clave Morse. Hablaba delante de las cámaras de televisión que transmitían su imagen y todos los detalles del rostro humano, que suele tener tantas variables como las huellas digitales de una persona. Cualquier intención mentirosa se puede descubrir con facilidad. Yo lo observaba cuidadosamente.

Entre los televidentes, la inmensa mayoría conocía que en Honduras tuvo lugar un golpe de Estado. A través de ese medio se informaron de los discursos pronunciados en la OEA, la ONU, el SICA, la Cumbre de los No Alineados y otros foros; habían visto los atropellos, los abusos y la represión al pueblo en actividades que llegaron a reunir cientos de miles de personas protestando contra el golpe de Estado.

Lo más extraño es que, cuando Arias exponía su nueva propuesta de paz, no deliraba; creía lo que estaba diciendo.

Aunque muy pocos en Honduras podían ver las imágenes, en el resto del mundo muchas personas lo vieron y también lo habían visto cuando él propuso los famosos 7 puntos el 18 de julio. Sabían que el primero de ellos decía textualmente: “La legítima restitución de José Manuel Zelaya Rosales en la Presidencia de la República hasta el fin del período constitucional por el cual fue electo…”

Todos deseaban saber qué diría ayer por la tarde el mediador. El reconocimiento de los derechos del Presidente Constitucional de Honduras, con las facultades reducidas casi a cero en la primera propuesta, fue relegado a un sexto lugar en el segundo proyecto de Arias, donde ni siquiera se emplea la frase “legitimar la restitución.”

Muchas personas honestas están asombradas y tal vez atribuyen a oscuras maniobras suyas lo que dijo ayer. Quizás yo sea uno de los pocos en el mundo que comprenda que había una autosugestión, más que una intención deliberada en las palabras del Nobel de la Paz. Me percaté de eso especialmente cuando Arias, con especial énfasis y palabras entrecortadas por la emoción, habló de la multitud de mensajes que Presidentes y líderes mundiales, conmovidos por su iniciativa, le habían enviado. Es lo que le pasa por la cabeza; ni siquiera se da cuenta de que otros Premios Nobel de la Paz, honestos y modestos, como Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, están indignados por lo ocurrido en Honduras.

Sin duda alguna que gran parte de los gobiernos civiles de América Latina, los cuales conocían que Zelaya había aprobado el primer proyecto de Arias y confiaban en la cordura de los golpistas y sus aliados yanquis, respiraron con alivio, el cual duró solo 72 horas.

Visto desde otro ángulo, y volviendo a las cosas que prevalecen en el mundo real, donde el imperio dominante existe y casi 200 estados soberanos tienen que lidiar con todo tipo de conflictos e intereses políticos, económicos, medioambientales, religiosos y otros, solo falta algo para premiar la genial idea yanqui de pensar en Oscar Arias, para tratar de ganar tiempo, consolidar el golpe, y desmoralizar a los organismos internacionales que apoyaron a Zelaya.

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bemsalgado disse...

UN PREMIO NOBEL PARA MRS. CLINTON 2 / 2

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En el 30 Aniversario del Triunfo de la Revolución Sandinista, Daniel Ortega recordando con amargura el papel de Arias en el primer Acuerdo de Esquipulas, declaró ante una enorme multitud de patriotas nicaragüenses: “Los yanquis lo conocen bien, por eso lo escogieron como mediador en Honduras”. En ese mismo acto, Rigoberta Menchú, de ascendencia indígena, condenó el golpe.

Si se cumplían simplemente las medidas acordadas en la reunión de Cancilleres en Washington el golpe de Estado no habría podido sobrevivir a la resistencia pacífica del pueblo hondureño.

Ahora los golpistas se están moviendo ya en las esferas oligárquicas de América Latina, algunas de las cuales, desde altas posiciones estatales, ya no se ruborizan al hablar de sus simpatías por el golpe y el imperialismo pesca en el río revuelto de América Latina. Exactamente lo que Estados Unidos deseaba con la iniciativa de paz, mientras aceleraba las negociaciones para rodear de bases militares la patria de Bolívar.

Hay que ser justos, y mientras esperamos la última palabra del pueblo de Honduras, debemos demandar un Premio Nobel para Mrs. Clinton.

Fidel Castro Ruz
Julio 23 de 2009 / 2 y 30 p.m.